miércoles, 6 de enero de 2016

¡Humedos días/tardes/noches!

Ya hemos acabado los relatos de la primera antología X y esta misma semana empezaremos con la maquetación y, supongo, sabremos fechas aproximadas de lanzamiento.

Como dijimos vamos a dejar un extracto de otro de los relatos que aparecerán, inéditos, en dicha antología.


—Mis dedos se quedan cortos para ser chupados, ¿Tienes algo que pueda saciarme? — Sonríe. No me da tiempo a contestar. Pone sus manos encima de mis calzoncillos. —¿Esto quizá? — Asiento. Me los quita mientras se mueve sensualmente hacía atrás, apretando sus pechos. Su mirada no se ha apartado de mi polla dese que ha estado completamente fuera. —Madre mía, sí que estorbaba tu ropa interior — Tira los calzoncillos a la parte de delante. —Pienso comérmelo entero, espero que no lo eches de menos.

—Lo mismo que tú echarás mi lengua cuando te limpie abajo.

—Burro — Se ríe.

Me da un beso en la punta de la polla y empieza masturbarme mientras se acomoda encima de mí. Se acerca, sensualmente, a cuatro patas hasta poner su cara sobre la mía.

—Te sobra ropa — Me besa.

Su lengua me hipnotiza y con la mano que tiene libre empieza a desabrocharme la camisa. Me la quito y ella pasa de mis labios a mi cuello. Me muerde y sigue bajando, rozando con sus labios mi pecho. Se desvía a mi pezón y lo besa, lo lame, mientras acelera la velocidad en la que me masturba. No quiero pero no puedo evitarlo: gimo.

—No pensé que te fueran estas cosas.

—Tú también has gemido cuando he ido a por tus pezones.

—Tranquilo, que tú ahora gemirás más — Me muerde el otro pezón y, para mi sorpresa, gimo más. —¿Ves? — Lo pregunta mientras se muerde el labio y respira hondo. Está muy cachonda, casi más que yo. Nos hemos dicho mil veces como nos masturbábamos pensando el uno en el otro e incluso nos hemos pasado fotos y videos haciéndolo y, finalmente, está sucediendo.

Su mano no se separa de mi polla y ella sigue bajando sus labios hasta que llega a ésta.

—Ha crecido más aún.

—Y más que vas a hacer que crezca, tu cuerpo y tu sensualidad son de infarto.

—Tú no te quedas atrás, “camarerucho”.
Bueno, espero que estéis atentos. Pronto habrán más noticias.

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