sábado, 14 de mayo de 2016

Avance del siguiente relato: final feliz.

En unas horas estará el relato completo pero, por el momento, os dejamos con este avance. Estrenamos nuevo punto de vista, nuevo narrador: desde los ojos (y clítoris) de una mujer.
Espero que os guste ;)

—Es parte del servicio completo, puedes seguir — le digo, deseando que me haga caso… y lo hace. Pasa sus dedos por debajo de mis bragas y noto como me aprieta mi carnosa nalga izquierda. Uno de sus dedos sigue la viscosidad de mis flujos bajiales hasta la ingle, rozándome los labios inferiores. — Puedes seguir, yo voy a empezar el masaje a fondo — digo mientras abro mis piernas, bajando un poco, para que mi coño se pose sobre sus mano mientras le bajo los calzoncillos y su pene choca contra mi nariz — ya que esto requiere medidas a fondo… — añado antes de abrir la boca, sacar la lengua y empezar a lamer. Esta duro, rígido pero a la vez blando. Mi lengua presiona sobre su tronco y lame hacía arriba, saboreando la extraña mezcla entre el aceite y su piel así como oliendo un fuerte olor que viene del líquido pre seminal y que me extasía. Su mano aprieta mi muslo y dos de sus dedos presionan los labios inferiores de mi coño, humedeciéndoselos, pero creo que no se ha dado cuenta. Instintivamente ahogo un gemido y empiezo a lamer más rápido mientras le aguanto el pene con la mano y lo empujo hacía mi lengua. — Sigue muy tenso… pero yo también me estoy poniendo tensa. ¿Me podrás ayudar?

—Claro… — Su voz esta más calmada, más templada, no como la mía que es totalmente lasciva. Mi lengua sube hasta su capullo, al descubierto, pasando la punta por debajo y haciendo que se estremezca tanto que me agarra el culo con fuerza, poniéndome más. Subo la lengua hasta la punta del mástil y presiono con fuerza, notando como el líquido pre-seminal me la empapa y hace que saboreé un fuerte, amargo y delicioso sabor sucio. — Me encanta… — me dice y empieza a jugar con mis labios inferiores. Mis piernas tambalean por la sorpresa, no esperaba que fuera tan directo por cómo ha sido hasta ahora.

—Sí… masajéame los labios.

—Y masajéame tú con tus labios.

Me gusta cómo está siendo el rumbo. Esa aclaración me pone a cien me muerdo el labio y abro la boca lentamente cerca de su capullo a la vez que empujo su pene lentamente hacía mi boca. Saboreando el momento como si fuera el instante en que estás  a punto de probar caviar por primera vez. Le oigo respirar fuerte y vuelve a sorprenderme, me agarra la cola del pelo. Está claro que es lo que quiere. Me meto velozmente el capullo de su pene en mi boca. Retuerzo mi lengua en su palpitante pene y me la trago todo lo que puedo nada más empezar, para que sepa que es un buen masaje masturbador.

Gime y me estira del pelo mientras me empieza a acariciar el clítoris, le ha costado encontrarlo. Estoy empapada y me gusta mucho como me lo acaricia, me lo pellizca y me empieza a meter los dedos. Dos de golpe, apretados que empuja y mueve por mi interior. Me saco la polla inmediatamente de la boca y empiezo de nuevo a lamerla y saborear su tronco y esa vena ancha que tiene.

Lamo cada vez más rápido y se la cojo con ambas manos y hasta muerdo. Intercambio a ratos metiéndomela en la boca a la vez que se la masturbo. Me tiro varios segundos así, el cada vez gime más y me empieza a masturbar más eufóricamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario