¡Buen@ húmed@s días/tardes/noches!
¿Nunca os ha pasado que mientras os estáis mirando ropa entra una persona que enciende esa llama en vosotros? ¿Qué no deseáis verle probarse ropa, sino quitársela toda ella? ¿Qué esperas que se equivoque de probador y habrá tu cortina? O mejor aún, que tu jefa te mande a revisar los probadores y al abrirlo encuentres a esa persona en mitad del cambio... y no parezca que le desagrade el encuentro.
De esto tratará el próximo relato, en breves tendréis la muestra ;)
Relatos eróticos, anécdotas y fantasías se juntan aquí, para que las disfrutes a través de la lectura de forma relajada.
miércoles, 29 de junio de 2016
viernes, 17 de junio de 2016
Relato: Ni una palabra.
¡Buen@s húmed@s días/tardes/noches!
Os traemos el nuevo relato, del que pudisteis ver un adelanto días atrás. Hemos tardado un poco porque hemos estado de tramites por la publicación de la siguiente antología X -¡Sí! Ya queda poco- pero aquí lo tenéis.
Imaginaros salir de fiesta en un país extranjero, separarte de tus acompañantes y encontraros con esa persona con la que queríais fundir vuestros cuerpos en ese mismo instante si no fuera ilegal. Bailáis, congeniáis y acabáis en el mismo hotel... que noche más caliente tras tanto chupito, ¿Verdad?
Espero que os haya gustado ;)
Recordad que nos podéis seguir en Facebook: https://www.facebook.com/Relatos-Er%C3%B3ticos-Perverso-Caballero-600219706794977/
Os traemos el nuevo relato, del que pudisteis ver un adelanto días atrás. Hemos tardado un poco porque hemos estado de tramites por la publicación de la siguiente antología X -¡Sí! Ya queda poco- pero aquí lo tenéis.
Imaginaros salir de fiesta en un país extranjero, separarte de tus acompañantes y encontraros con esa persona con la que queríais fundir vuestros cuerpos en ese mismo instante si no fuera ilegal. Bailáis, congeniáis y acabáis en el mismo hotel... que noche más caliente tras tanto chupito, ¿Verdad?
Ni una Palabra.
Dos
hombres, solteros, de fiesta en Amsterdam. No sabemos alemán, ni siquiera
inglés. Da igual. Seamos sinceros, no es necesario. Sí útil, pero no vital… y
menos para disfrutar como hemos venido nosotros a hacer.
Él
lleva más de una hora desaparecido y aquí estoy yo: en mitad de una discoteca,
con dos chupitos de vete a saber que en el cuerpo y eufórico como el que más.
Me
muevo al son de la música mientras miro alrededor mío. Cruzo miradas con una
joven, rubia, alta, esbelta. No tiene mucho busto, pero su cintura de avispa,
su culo respingón y sus largas y bellas piernas me hipnotizan. La miro de
arriba abajo. Su camiseta de tirantes, rosa, lleva marcados sus pezones y su
faldita negra va a juego, con franjas rosas, así como sus bambas de éste mismo
color tan femenino.
No
deja de moverse, dando pequeños saltos, haciendo que su largo pelo se le vaya a
la cara y sus pequeños pechos boten, dejando claro que no lleva sostén,
mientras la copa que aguanta arriba con su mano salpica a ella y sus amigas.
Me
gusta, me gusta mucho. Su sonrisa blanca y sus ojos verdes alocados me han
enganchado. Volvemos a cruzar miradas y me sonríe mientras bebe. Se acaba la
copa, me guiña un ojo y se pone a hablar con las amigas. Tras unos segundos se
separa de ellas, gira la cabeza un segundo hacía mí, y se va andando hasta la
barra del fondo de la discoteca dando pasos de modelo, con una mano en la
cintura y otra acariciándose su lindo culo. No hacía falta esa llamada de
atención para que lo viera, es bellísimo y seguro que habrá causado más de una
torticolis.
La
sigo. Es algo tarde, así que no hay tanta gente como a media noche y llegar a
la barra sin perder de vista estas preciosas nalgas. Me colocó a su lado,
coloco un brazo sobre la barra y me giro hacía ella. Me mira, me sonríe.
—Hellow
— digo y que no esperé mucha más conversación por mi parte, mi repertorio de
palabras en inglés es más bien escaso.
—Hellow
— contesta, sonriendo.
—¿one
shoot? — pregunto, pero me mira extrañada. — No problema —añado y acto seguido
llamo al camarero. Pido dos chupitos, eso seguro que lo entiende.
Cuando
nos los trae suelta un “oh” y sonríe. Levanta el chupito y yo el mío,
brindamos, apoyamos y bebemos. No sabía que aquí también “apoyaban” los
chupitos. —¿Are you alone?
Me
niega con la cabeza. Se acerca un poco más a mí y le hace una seña al camarero.
Trae dos chupitos más.
—I’m
with you — me dice. You es tú y se refiere a mí así que asumiré que ha dicho
que está conmigo y eso me gusta. Su verde mirada está calvada en mí. Brindamos,
apoyamos y bebemos. La garganta me quema pero la polla arde aún más mientras
veo su estilizado y bello rostro y como pasa su húmeda lengua por sus finos
labios.
Mueve
sus caderas y sus brazos mientras me mira y acto seguido me extiende la mano.
Se la cojo y tira de ella, me lleva a la pista. Empezamos a bailar juntos, pero
el alcohol ya se nota en los pasos erráticos que damos a los que se han de
sumar los pasos para acercarnos el uno al otro. Un roce por aquí, un roce por
allá.
—¿Where
are you from? — Esta me la sé.
—Spain
— contesto.
—Oh,
I love Spain and love spanish — Ha dicho amor y español dos veces, lo
suficiente para que le sonría y agarre esa fina cintura.
Bailamos
muy pegados, moviendo nuestras caderas, frotándonos, y sonriendo. Bebemos uno,
dos, tres chupitos más a lo largo de la noche. Es tarde, queda menos de media
hora para cerrar y la música empieza a ser lenta.
Miro
los pocos que quedan y no veo a las amigas con las que la vi antes.
—¿Your
Friends?
—I’m
with you — contesta mientras se acerca a mi cuello y lo besa. Me muerdo el
labio y ella me muerde el cuello. Luego sube y empezamos a besarnos. Sus finos
labios son muy suaves y delicados. Mis dientes los rozan constantemente en cada
beso hasta que su lengua se filtra y se entrelaza con la mía. Mis manos se
depositan en su cintura y las suyas encima de éstas, haciéndolas bajar y
acompañándolas a que palpe su lindo culo. Parece no llevar bragas, pero imagino
que será un tanga. Empujo con las manos su culo hacía mí, pegándonos
totalmente, y empezamos a movernos lentamente para notar el roce de nuestros
sexos mientras nos seguimos besando.
Se
desboca, me acaricia el cabello alocadamente mientras su lengua golpea a la mía
y sus finos labios oprimen mi boca, me encanta.
Pasamos
unos segundos así hasta que encienden las luces de la discoteca. Nos separamos
un poco, nos miramos. Apretamos los labios y se pasa la lengua por ellos. Le
sonrió y tiro de ella. Le señalo a ella y luego a mí, quiero que entienda que
le pido que venga. Asiente con la cabeza.
Salimos
de la discoteca y llamo a un taxi.
Digo
el nombre del hotel y ella vuelve a soltar un “oh” y un “perfect” mientras se
abraza a mi brazo y vuelve a besarme el cuello. El taxista mira de reojo por el
retrovisor y sonríe. Veo que guiña un ojo y levanta el pulgar. Sonrío, aunque
no es tan merito mío como suyo ya que es ella quien me ha logrado cazarme.
Nos
deja en la puerta del hotel y vamos hasta la puerta. Miro y veo el
recepcionista leyendo. La pongo detrás de mí, esperando que no la vea.
Entramos, lentamente, y mira hacia arriba. Rápidamente le enseño las llaves de
la habitación, saluda y vuelve su mirada a la lectura. Aligeramos el paso y
vamos hasta el ascensor.
Pico
al ascensor. Mientras esperamos que baje mi mano se aposenta sobre su falda, en
sus nalgas, mientras la suyas no paran de acariciarme el brazo y, con su pierna
derecha, no deja de rozarme la entrepierna. Notará que estoy rígido como una
roca y parece gustarle porque aprieta más fuerte, como si quisiera notarlo más.
Llega
el ascensor, se abren las puertas y entramos. Pico a la tercera planta y en
cuanto se cierran las puertas me empujan a la pared y empieza a besarme. Me
agarra la cara con sus finas y frías manos mientras me besa apasionadamente,
metiéndome la lengua todo lo que puede y mordisqueando mis labios a la vez que
entrelaza sus piernas con la mía, posando su coño sobre mi muslo; lleva tanga
seguro, porque noto sus nalgas pero también la tela que cubre sus labios
inferiores. Tras pasar la segunda planta separa su boca de la mía y empieza a
besarme el cuello mientras su mano derecha se pierde en mi cabello y su mano
izquierda empieza a abajar por mi camiseta. Cuando llega a la cintura lel
ascensor se para y se abren las puertas.
Le
agarro rápidamente la mano y la llevo rápidamente al ascensor. Ella se ríe. Mi
habitación está justo al lado de la de mi compañero, espero que haya llegado
bien. Abro sin demora y entramos, cierro la puerta y ella me empuja contra la
pared otra vez y va directo al cuello, no esperaba cuando la vi en la discoteca
que fuera tan fogosa.
Mis
manos esta vez van directas al grano. La derecha la coloco debajo de su falda y
palpo sus desnudas nalgas. Efectivamente: llevaba tanga. Mientras que la
izquierda la pongo entre los dos, palpando sus pechos por encima de la camiseta
de tirantes. Mientras me besa el cuello –e incluso hinca sus dinetes- escucho
como gime levemente a medida que amaso su culo, estirando de él y haciendo que
sus labios inferiores se estimulen a la vez que acaricio sus rígidos pezones a
través de su camiseta.
Sus
manos, que estaban apoyadas pared, se deslizan hacia abajo. La derecha se queda
en mi cintura mientras que la izquierda empieza a acariciarme la polla por
encima del pantalón. Mi miembro viril empieza a empujar, queriendo salir. Ahogo
un gemido mientras me regodeo en el placer de sus besos y sus tocamientos. Me la agarra, palpándola como si
comprobara la forma que tiene, y finalmente separa la boca de mi cuello.
Me
mira, se muerde el labio inferior y respira.
—I’m
very hot, i want your dick — me dice. No tengo ni idea de lo que quiere pero
aparto la mano de sus pechos y cojo la suya que agarra mi pene, apretándosela para
que lo palpe aún más. —very hot… — repite mientras acerca sus labios a los míos.
Cerramos los ojos y nos besamos. Intenta abrirme los pantalones, le ayudo a
lograrlo. Pasa de los calzoncillos y me agarra directamente el pene, notando
como aplasta las venas que ella misma ha hecho aparecer.
Yo
no me quedo atrás. Mientras le palpo las nalgas estiro del tanga, para
estimular sus labios inferiores, a la vez que con la otra mano empiezo a
acariciarle, por encima del tanga, su húmedo coño. Ambos gemimos, ambos
queremos más. Tras unos segundos meto la mano y los dedos se van solos a
penetrarla, está chorreando, hasta meterle el dedo índice y el corazón. Estamos
así unos minutos, perdidos en nuestros apasionados besos mientras nos
masturbamos. Nuestras lenguas pelean la una con la otra mientras los labios se aplastan
entre ellos. Ocasionalmente nos mordemos entre nosotros y ahogamos nuestros
gemidos juntos.
Finalmente
nos separamos y ella da unos pasos atrás, moviéndose para hasta dejar fuera de
su coño mis dedos. No sin antes soltar un gemido. Una vez tengo ambas manos
fuera de su cuerpo me mira y sonríe, muy lascivamente, mientras se muerde
levemente el labio para luego pasarse la lengua por ellos.
—I
suck your dick — dice, sigo sin saber de que habla.
—And
fuck — añado, momento en que se vuelve a morder el labio.
Empieza
a bajar, hasta ponerse de rodillas, sin dejar de mirarme. Yo abro los ojos y la
boca, lentamente y por completo, mientras respiro profundamente. Veo como ella
abre la boca lentamente, viendo su saliva pasar de un lado a otro y su lengua moverse
sinuosamente, mientras acerca mi pene a su boca usando su mano derecha. Se
aparta el pelo, poniéndose por detrás de la oreja, y saca la lengua hasta posar
el capullo de mi pene sobre ella.
Gimo
levemente. Me aprieta con la lengua, con la parte rugosa de ésta, y se centra
en el capullo. No deja de mirarme, de observarme. Tras unos segundos pasa la
lengua por todo el tronco. Rodeándolo, de arriba abajo y de abajo arriba. Pasa
unos segundos lamiéndolo entero, incluso llegando a chupar mis testículos, para
seguir con una mamada que va acelerando a medida que gimo, de forma rápida.
Acompaña el movimiento con la mano y aprieta los labios suavemente para que el
pene se deslice velozmente por éstos mientras la lengua choca con el capullo y
rodea el tronco. La tengo palpitante, palpitando dentro de su boca.
Sigue
así varios minutos. Me mira, me contempla como gimo. Mi mano se posa sobre su
cabeza, perdiéndose en su rubia cabellera, mientras sigue comiéndomela a la vez
que masajea mis huevos. Cada vez gimo más e incluso le agarro los pelos. Ella
acelera hasta que de pronto para y veo como se la mete enetera, abriendo la
boca todo lo que puede, hasta tener arcadas. Se la saca, me mira y se le escapa
una risa.
La
levanto.
—¡Go!
— le digo mientras le cojo cual princesa y me la llevo a la cama, que está a
unos pasos del recibidor. La habitación del hotel es pequeña. —is my turn —
digo, algo que sé por un par de juegos que practico. La poso sobre la cama y me
voy a los pies de ésta, subiendo poco a poco mientras acaricio sus tersas
piernas y paso la lengua por esta. Ella se estremece. Escondo mi cabeza en su
falda y poso mis labios sobre los suyos, pero los de abajo, por encima del
tanga. Está empapada, gime y pone sus dos manos, por encima de la falda, sobre
mi cabeza.
Empiezo
a besarlo como si de una boca se tratase mientras mis manos acarician sus
nalgas y rozan con los dedos las comisuras del tanga. Tras varios segundos
empiezo a desatar los nudos del tanga y se lo quito. Me quedo contemplando su
rosado y húmedo coño un rato. Esta algo abierta, pero parece purísimo. Vuelvo a
besarlo, esta vez directamente. Está cálido pese a estar chorreando. Gime más
alto. Mis labios se hunden en los suyos. Los abro con los pulgares de ambas
manos, estirando, y empiezo a pasar la lengua. De abajo arriba, por todo el
coño, intercalándolo con besos y lametazos en su pequeño y redondo clítoris.
Ella
aprieta la cabeza y me pega aún más al coño, dejándome poco espacio de acción,
pero no dejo de mover la lengua. Tras varios segundos empiezo a rodearle el
agujero del coño con la punta de la lengua hasta que finamente la meto y
empiezo a lamerle su interior. Ella grita de placer en ese momento. Vuelvo
arriba y empiezo a centrarme en el clítoris, mientras con una mano juego
alrededor de su agujero.
Empieza
a decir cosas en alemán y eso me pone a mil, aunque no lo entienda.
Succiono su clítoris para luego empezar a mordisquearlo
y aguantarlo con los dientes mientras lo golpeo con la lengua a la vez que
empiezo a penetrarla con los dedos. Ella cada vez grita más y yo acelero.
Aplasto su clítoris, lo golpeo, lo rodeo con la lengua, lo succiono, lo muerdo
y lo vuelvo a aplastar mientras mis dos dedos no dejan de entrar y salir y mi
cara se llena de flujos vaginales.
—¡Yeah, yeah, YEAH! — grita mientras me aplasta
la cabeza y me deja empapado. Creo que se ha corrido. — Please… fuck me — y eso
lo he entendido perfectamente.
Saco la cabeza de su falda inmediatamente y la
miro. Me pongo a su altura, sin dejar que baje las piernas, poniendo mi pene
pegado a su coño. Empiezo a besarla mientras le manoseo los pechos y me rozo
con ella. Ella se abre más de piernas y empieza a mover sus caderas, buscando
claramente mi pene. Finalmente la penetro, casi sin querer. Gemimos los dos
pero paramos en cuanto escuchamos golpes en la pared.
Nos miramos en silencio, los golpes han parado.
Empiezo a mover la cintura poco a poco, penetrándola lentamente, mientras ella
se pone una mano en la boca, mordiéndosela, sin dejar de mirarme. Mis labios
van a su cuello mientras sigo penetrándola. Acelero, pero sin ir bruscamente.
Vuelven los golpes en la pared, desde la
habitación de mi amigo, y seguidamente empezamos a escuchar gemidos. Nos pone
mucho hasta el punto en que ella me rodea la espalda con sus piernas y empieza
a mover sus caderas. Yo le sigo y la penetro hasta hacer que la cama se mueva y
golpee la pared. Los gemidos nuestros con los de mi compañero y su ligue se
juntan. Nos besamos, le quito la camiseta y empezó a lamerle los pechos,
morderle los pezones, mientras ella me araña la espalda. Ella gime, gime mucho.
Finalmente se me sale, aprovechamos para cambiar de posición y desnudarnos por
completo. Me acaricia el torso mientras me lame los pezones durante un rato,
pero enseguida la separo y la pongo a cuatro patas.
Le agarro el culo, con ambas manos, y empiezo a
penetrarla de nuevo. Estoy muy puesto, tiene un culo precioso y su coño
aprieta. Es como si me quisiera succionar mi miembro palpitante. Empiezo a
penetrarla, duramente y hasta el fondo, acelerando cada vez más hasta que mis
huevos chocan con su clítoris. Ella gime, habla en alemán, mientras yo hago lo propio
en español. Cada vez más duro, más rápido. Le aprieto las nalgas, se las azoto
y tras varios golpes llevo una de mis manos hasta su coño, rodeándole la
cintura y apoyando mi torso en ella. Se estremece y aprieta su cara contra la
almohada, bajando su espalda y quedando con el culo hacía arriba, haciéndome
más fácil penetrarla duramente y tocarle el coño. Mi otra mano sigue en sus
nalgas.
Me queda poco para aguantar, empiezo a gemir y
gritar. Saco la poya y le acaricio el culo. Ella me mira y me ve como me
masturbo, entiende que significa.
Me pongo de pie y ella se pone de rodillas debajo
de mí con los ojos cerrados y la lengua fuera. Mi amigo y su ligue siguen
gritando. Estoy a punto de correrme y con esa cara esperando mi semen no dudo
en que voy a exprimirme. Abre un ojo, para mirarme, y se pasa la lengua por los
labios mientras empieza a tocarse los pechos y el coño. Quiere ponerme más, se ríe,
lo consigue. Cada vez queda menos. Ella gime y suspira, abriendo la boca y
moviendo lentamente la lengua.
Me corro.
Grito, gimo, empiezo a chorrear. Salpico en su
cara. Le da en el ojo, en el pelo y en la cara. Cae algo en la lengua y cuando
frena la presión se coloca por donde gotea. Tras unos segundos se traga lo que
le ha caído, se pasa la mano para sacarse el semen que pueda de la cara y se
chupa los dedos. Seguidamente empieza a lamerme el pene de abajo arriba y luego
se centra en el capullo, metiéndoselo en la boca y succionándolo. Me
estremezco, lo tengo muy sensible.
Nuestros vecinos empiezan a gritar tras que ella
me deje el sable completamente limpio. Gimen y se oye el orgasmo a la
perfección. Tras eso se hace el silencio.
Me sonríe y yo hago lo propio. Se levanta y se va
al baño. Tras unos minutos vuelve y se acurruca conmigo. Nos besamos y nos
acariciamos, pero nos dormimos.
Despierto, Hace poco que ha amanecido, apenas he
dormido dos horas. Gimo, noto placer. Miro y es ella, dándome los buenos días
desde abajo…
Espero que os haya gustado ;)
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jueves, 9 de junio de 2016
Avance de relato: Ni una palabra.
¡Buen@s húmed@s días/tardes/noches!
Aquí el avance de nuestro siguiente relato: Ni una palabra.
Durante los próximos días publicaremos el relato al completo, sed pacientes ;)
Imaginad estar en una discoteca, de un país extranjero del que desconocéis la lengua, y ligar con alguien con quien apenas te puedes entender...
Aquí el avance de nuestro siguiente relato: Ni una palabra.
Durante los próximos días publicaremos el relato al completo, sed pacientes ;)
Imaginad estar en una discoteca, de un país extranjero del que desconocéis la lengua, y ligar con alguien con quien apenas te puedes entender...
Ni una Palabra.
Dos
hombres, solteros, de fiesta en Amsterdam. No sabemos alemán, ni siquiera
inglés. Da igual. Seamos sinceros, no es necesario. Sí útil, pero no vital… y
menos para disfrutar como hemos venido nosotros a hacer.
Él
lleva más de una hora desaparecido y aquí estoy yo: en mitad de una discoteca, con
dos chupitos de vete a saber que en el cuerpo y eufórico como el que más.
Me
muevo al son de la música mientras miro alrededor mío. Cruzo miradas con una
joven, rubia, alta, esbelta. No tiene mucho busto, pero su cintura de avispa,
su culo respingón y sus largas y bellas piernas me hipnotizan. La miro de
arriba abajo. Su camiseta de tirantes, rosa, lleva marcados sus pezones y su
faldita negra va a juego, con franjas rosas, así como sus bambas de éste mismo
color tan femenino.
No
deja de moverse, dando pequeños saltos, haciendo que su largo pelo se le vaya a
la cara y sus pequeños pechos boten, dejando claro que no lleva sostén,
mientras la copa que aguanta arriba con su mano salpica a ella y sus amigas.
Me
gusta, me gusta mucho. Su sonrisa blanca y sus ojos verdes alocados me han
enganchado. Volvemos a cruzar miradas y me sonríe mientras bebe. Se acaba la
copa, me guiña un ojo y se pone a hablar con las amigas. Tras unos segundos se
separa de ellas, gira la cabeza un segundo hacía mí, y se va andando hasta la
barra del fondo de la discoteca dando pasos de modelo, con una mano en la
cintura y otra acariciándose su lindo culo. No hacía falta esa llamada de
atención para que lo viera, es bellísimo y seguro que habrá causado más de una
torticolis.
La
sigo. Es algo tarde, así que no hay tanta gente como a media noche y llegar a
la barra sin perder de vista estas preciosas nalgas. Me colocó a su lado,
coloco un brazo sobre la barra y me giro hacía ella. Me mira, me sonríe.
—Hellow
— digo y que no esperé mucha más conversación por mi parte, mi repertorio de
palabras en inglés es más bien escaso.
—Hellow
— contesta, sonriendo.
—¿one
shoot? — pregunto, pero me mira extrañada. — No problema —añado y acto seguido
llamo al camarero. Pido dos chupitos, eso seguro que lo entiende.
Cuando
nos los trae suelta un “oh” y sonríe. Levanta el chupito y yo el mío,
brindamos, apoyamos y bebemos. No sabía que aquí también “apoyaban” los
chupitos. —¿Are you alone?
Me
niega con la cabeza. Se acerca un poco más a mí y le hace una seña al camarero.
Trae dos chupitos más.
—I’m
with you — me dice. You es tú y se refiere a mí así que asumiré que ha dicho
que está conmigo y eso me gusta. Su verde mirada está calvada en mí. Brindamos,
apoyamos y bebemos. La garganta me quema pero la polla arde aún más mientras
veo su estilizado y bello rostro y como pasa su húmeda lengua por sus finos
labios.
miércoles, 8 de junio de 2016
Pronto un nuevo relato: Ni una palabra.
¡Buenos húmedos días/tardes/noches!
Imaginad que estáis en un país extranjero, en el que no entendéis ni papa pero aún así conectáis en la discoteca, tras unos chupitos, mientras danzais os susurrais cosas que, sin necesidad de entenderlas, sabéis que aumentan la temperatura... ¿Lo siguiente?
En breves tendréis una anvace del relato y posteriormente el texto al completo. Estad atentos ;)
Imaginad que estáis en un país extranjero, en el que no entendéis ni papa pero aún así conectáis en la discoteca, tras unos chupitos, mientras danzais os susurrais cosas que, sin necesidad de entenderlas, sabéis que aumentan la temperatura... ¿Lo siguiente?
En breves tendréis una anvace del relato y posteriormente el texto al completo. Estad atentos ;)
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