jueves, 9 de junio de 2016

Avance de relato: Ni una palabra.

¡Buen@s húmed@s días/tardes/noches!

Aquí el avance de nuestro siguiente relato: Ni una palabra.
Durante los próximos días publicaremos el relato al completo, sed pacientes ;)

Imaginad estar en una discoteca, de un país extranjero del que desconocéis la lengua, y ligar con alguien con quien apenas te puedes entender...


Ni una Palabra.

Dos hombres, solteros, de fiesta en Amsterdam. No sabemos alemán, ni siquiera inglés. Da igual. Seamos sinceros, no es necesario. Sí útil, pero no vital… y menos para disfrutar como hemos venido nosotros a hacer.

Él lleva más de una hora desaparecido y aquí estoy yo: en mitad de una discoteca, con dos chupitos de vete a saber que en el cuerpo y eufórico como el que más.

Me muevo al son de la música mientras miro alrededor mío. Cruzo miradas con una joven, rubia, alta, esbelta. No tiene mucho busto, pero su cintura de avispa, su culo respingón y sus largas y bellas piernas me hipnotizan. La miro de arriba abajo. Su camiseta de tirantes, rosa, lleva marcados sus pezones y su faldita negra va a juego, con franjas rosas, así como sus bambas de éste mismo color tan femenino.

No deja de moverse, dando pequeños saltos, haciendo que su largo pelo se le vaya a la cara y sus pequeños pechos boten, dejando claro que no lleva sostén, mientras la copa que aguanta arriba con su mano salpica a ella y sus amigas.

Me gusta, me gusta mucho. Su sonrisa blanca y sus ojos verdes alocados me han enganchado. Volvemos a cruzar miradas y me sonríe mientras bebe. Se acaba la copa, me guiña un ojo y se pone a hablar con las amigas. Tras unos segundos se separa de ellas, gira la cabeza un segundo hacía mí, y se va andando hasta la barra del fondo de la discoteca dando pasos de modelo, con una mano en la cintura y otra acariciándose su lindo culo. No hacía falta esa llamada de atención para que lo viera, es bellísimo y seguro que habrá causado más de una torticolis.

La sigo. Es algo tarde, así que no hay tanta gente como a media noche y llegar a la barra sin perder de vista estas preciosas nalgas. Me colocó a su lado, coloco un brazo sobre la barra y me giro hacía ella. Me mira, me sonríe.

—Hellow — digo y que no esperé mucha más conversación por mi parte, mi repertorio de palabras en inglés es más bien escaso.

—Hellow — contesta, sonriendo.

—¿one shoot? — pregunto, pero me mira extrañada. — No problema —añado y acto seguido llamo al camarero. Pido dos chupitos, eso seguro que lo entiende.

Cuando nos los trae suelta un “oh” y sonríe. Levanta el chupito y yo el mío, brindamos, apoyamos y bebemos. No sabía que aquí también “apoyaban” los chupitos. —¿Are you alone?

Me niega con la cabeza. Se acerca un poco más a mí y le hace una seña al camarero. Trae dos chupitos más.

—I’m with you — me dice. You es tú y se refiere a mí así que asumiré que ha dicho que está conmigo y eso me gusta. Su verde mirada está calvada en mí. Brindamos, apoyamos y bebemos. La garganta me quema pero la polla arde aún más mientras veo su estilizado y bello rostro y como pasa su húmeda lengua por sus finos labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario